Declarado monumento por Real Orden del 3 de junio de 1931.
Está situado en la calle de las Úrsulas y Bordadores.
Este convento de Nuestra Señora de la Anunciación
o de Santa Úrsula conocido
popularmente como de «las Úrsulas» habitado por religiosas de clausura de la Tercera Orden
de San Francisco y dedicado a la Purísima Concepción de la Virgen María,
fundado en 1512 por Alonso de Fonseca y Acevedo arzobispo de Sevilla y de
Santiago y patriarca de Alejandría , sepultado en el centro de la iglesia, en
una tumba de mármol blanco de Granada atribuida a Diego de Siloe y datada de 1531,
en lo que puede considerarse uno de los grupos escultóricos más bellos del
renacimiento español, parece ser que debe su origen al monasterio construido a
finales del siglo XV por Sancha Maldonado.
El monumento funerario contiene una escultura yacente del
que llego a ser patriarca de Alejandría y unos magníficos bajorrelieves con las
figuras de los evangelistas, algunas de las cuales presentan atrevidos escorzos,
como la de San Marcos: la esquinas se rematan con leones alados y su posición
central un medallón contiene la figura del apóstol Santiago luchando con los infieles.
Este enterramiento fue deshecho en el siglo XVIII y volvió a su lugar en 1.928.
Enterrado al lado del evangelio está el mayordomo mayor del arzobispo Francisco
de Ribas.
Cuenta con una iglesia de traza gótica de una sola nave
con capilla cubierta por tres bóvedas de
crucería estrellada y una capilla mayor poligonal, que es más alta que el resto
de la iglesia, reforzada por contrafuertes adornados con escudos y doble coro a
los pies. El abovedamiento del templo incorporo bóvedas góticas tardías con
nervios combados. Las dos portadas fueron reformadas en 1777 por Jerónimo
García de Quiñones. Ambas son prácticamente iguales, solo se diferencian en los
escudos, el de la derecha tiene cinco estrellas de los Fonseca, con la cruz
patriarcal acolada bajo el timbre del sombrero episcopal con sus borla s,
mientras que el de la otra puerta tiene el escudo la banda y cadena de Zúñiga,
acebos y lobos cuartelados de Acebedo y los palos de Biedma y acolada la cruz
de Santiago, armas correspondiente al conde don Joaquín López de Zúñiga; la
obra escultórica se le encargo a Miguel Martines.
El retablo
principal es barroco obra
de Miguel Martínez. Vino a sustituir al realizado arquitectónicamente por Diego
de Siloe, mientras que las tablas fueron pintadas con escenas relativas a la
vida de Santa Úrsula por Juan de Borgoña; estas últimas se conservan en el coro
bajo, este techado por artesonados, hay dos interesantes tablas con los temas
del Nacimiento y la Matanza de los Inocentes, firmadas por García Fernández de
Sevilla a principios del siglo XV.
Exteriormente destacan sobre los muros de la capilla
grandes escudos de armas, y remata en cornisa de bolas, pretil gótico de
claraboyas, cestería y pilares amortizados hoy mochos. Las portadas se
renovaron en el siglo XVIII, y solo encima de la entrada del convento permanece
un escudo de los Fonseca, grande y tenido por un ángel, de patrón flamenco.
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