Declarado monumento por Real Orden del 3 de julio de 1890.
Situación: Plaza del Concilio de Trento.
Popularmente conocido por los dominicos
está
situada
enfrente
del
Convento
de
las
Dueñas. A su llagada a Salamanca en 1224 los dominicos ocuparon la
Iglesia de San Juan el Blanco, extramuros de la ciudad, después de que el
obispo Gonzalo IV les permitiera establecerse en ella. Antes de la construcción
actual, en 1256 el obispo Pedro Pérez concedió a los dominicos la antigua
iglesia románica de San Esteban, con su cementerio y posesiones contiguas, para
la construcción de un monasterio y de una iglesia en vista de que el convento
que habitaban había sido destruido dos veces, en el año 1229 y 1256 debido a
las riadas del río Tormes.
Las primeras
noticias que se tienen de la fundación de este convento datan del siglo XIII y
nos dicen que el primer monasterio se construyó gracias al impulso del rey
Alfonso X con la autorización del papa Alejandro IV. De aquel edificio original
nada queda hoy día, ya que el convento actual es del siglo XVI y la parte más
antigua la Sala Profundis es de finales del XV.
Anteriormente, durante los siglos XIII y XIV se edificó
una iglesia gótica de tres naves y un convento que fueron derribados dos siglos
más tarde para levantar lo que actualmente conocemos: la iglesia, las
dependencias monacales y dos claustros el de los reyes y el de los aljibes.
Iniciadas las obras el día 30 de julio de 1524 gracias a
los donativos e iniciativa de fray Juan Álvarez de Toledo, obispo de Córdoba e
hijo del segundo duque de Alba; Fabrique Álvarez de Toledo, y de fray Domingo
de Soto; la traza y el proyecto se deben al arquitecto Juan de Álava o de
Ibarra, que concibió la obra como gótica, sucediéndole hasta la conclusión de
la iglesia Juan de Ribero Rada, Pedro Gutiérrez, Diego de Salcedo, hacia 1533 y
sin que se sepa claramente las razones, el cardenal destituyo al arquitecto
diseñador y puso en su lugar a fray
Martín de Santiago, un dominico que había aprendido el oficio de constructor
junto a Juan de Álava, durante un tiempo este fray estuvo al frente de la obra
y en ese tiempo se cerró el cuerpo de la iglesia con sus seis tramos de
capillas-hornacinas que había dejado proyectado Juan de Álava, en 1540 se cerró
con un muro de ladrillo lo que ya estaba construido y el obispo fundador Juan
Álvarez de Toledo pudo celebrar misa; fray Martín siguió su construcción
introduciendo algunas modificaciones como el alargamiento de la capilla y la
transformación de la cabecera que de pentagonal paso a ser rectangular. En 1544
falleció fray Martín y dos años más tarde se hizo cargo Rodrigo Gil de Hontañon
.La construcción se vio sometida a serios problemas económicos, agravados tras
la muerte en 1557 de Juan Álvarez de Toledo. La incorporación de Gil de
Hontañon fue decisiva para el diseño del cimborio que había de coronar el
crucero, aunque no llego a terminarlo, tampoco pudo hacerlo su sucesor y
discípulo Juan de Ribero Rada, sino que fue Juan Álvarez. Las obras se concluyeron
en 1610.
Se desconoce quién pudo diseñar la fachada, (es de finales del siglo XVI)
proyectada por Juan de Álava, y quienes fueron los artificios de la mayor parte
de las esculturas que contiene. Se enmarca con una gigantesca y soberbia bóveda
de piedra de medio punto, sostenida por dos robustos pilares de unos 12 metros
que avanzan de la línea de la fachada unos 4,5 metros. Bajo un gran arco de
medio punto y entre contrafuertes, la fachada está dividida
horizontalmente por tres cuerpos : en el
inferior figuran los santos de la Orden de los Dominicos(San Jacinto, santo
Domingo, san Francisco y Santa Catalina de Siena) además de diversos
medallones; en el cuerpo intermedio se puede admirar un bellísimo relieve que el milanés Juan Antonio Ceroni en 1610
esculpió el Martirio de San Esteban, del grupo escultórico con diversos
medallones que representan a doctores de la Iglesia( algunos de ellos atribuido
a Gil de Ronza) y otros de Martín Rodríguez Fue realizada por Juan de Ribero
Rada entre 1590 y 1592. .El programa iconográfico se atribuye a Andrés Barrientos.
En el centro del cuerpo superior una obra de Cellini representa un Calvario,
que esta rematado con medallones del Padre Eterno con angelones, San Pedro, San
Pablo, San León y San Gregorio. Finalmente sobre la gran bóveda se encuentran
los escudos de armas de la Casa de Alba y de Santo Domingo, los fundadores de
la iglesia a lo largo de la fachada norte corre un pórtico formado por diez
arcadas, con columnas de granito, estilo toscano, y medallones con efigies de
santos.
La iglesia, de estilo gótico, es de una sola nave, de 87 metros de largo
por 14,48 de ancho, con una altura de 27 metros en la nave y 41 metros en el
cimborrio. Ningún elemento se interpone a lo largo de todo el conjunto, como
puede ser el coro en la catedrales, lo que da una sensación de amplitud y
sublimidad sin parangón en ninguna edificación eclesiástica salmantina. Desde
el crucero hasta los pies, la nave es de estilo gótico tardío, con arcos
apuntados, pilares de baquetones y bóveda de crucería complicada; en cambio el
crucero, cimborrio y presbiterio son de estilo renacentista. Su construcción la
comenzó el arquitecto Juan de Álava en 1524 y fue seguida por fray Martín de
Santiago a quien sucedió a su muerte 1555, Rodrigo Gil de Hontañon siendo
inaugurada en 1610.
El crucero tiene la misma anchura y altura que la
nave principal, es decir 27 metros de largo por el mismo número de metros de
ancho (14,48 metros). El templo, entre otros elementos, posee seis bóvedas
apuntadas; ventanas de tres medios puntos con rosetón encima; seis capillas y
la cúpula, cuadrada, asentada sin pechinas.
En la cuadrilonga
y vasta capilla mayor llama la atención el salomónico retablo
de José Benito de Churriguera, (el mayor de los hermanos Churriguera) realizado
en 1.693, y en que según la tradición, se empleó la madera de 4000 pinos
cortados en los montes de la casa ducal de Alba situada en la vertientes de
Credos, cerca de donde nace el Tormes. Es la obra maestra de Churriguera y una
de las joyas del barroco español donde, entre las esculturas que la pueblan,
merecen destacarse las de Santo Domingo de Guzmán y San Francisco de Asís de
Salvador Carmona, y el lienzo del martirio de San Esteban, última obra de
Claudio Coello, realizada en 1692 por 6.000 reales, enmarcado por seis grandes
columnas salomónicas .También debe mencionarse, aunque ello no fuera debido a
Churriguera, el depuradísimo trabajo de dorado que recibió el retablo.
Los retablos el de Santo Domingo de Guzmán, el retablo de la izquierda, la
escultura es obra de Salvador Carmona, barrocos; en ellos intervino Joaquín de
Churriguera a principios del siglo XVII El cuadro superior que representa a
Santo Domingo y San Francisco en oración se atribuye a Manuel Petit (o Piti)
pintor salmantino de finales del siglo XVII y principios del XVIII.
También podemos encontrar obras de Simón Pitti, Peregrin
Tribaldi, y Carlos Maratti, frescos de Antonio Villamar y de Antonio Palomino,
así como esculturas de la escuela de Juan de Juni. Un gran fresco que esta
sobre el arco triunfal representa el misterio de la Coronación de la Virgen y
es obra de Antonio de Villamar. El retablo de la derecha está dedicado a Santo
Tomas de Aquino y la escultura es obra de José Larra Domínguez y los cuadros de
Antonio Palomino, enfrente de este altar hay un cuadro anónimo del siglo XVII
que representa a Jesús en el huerto de Getsemani.
En la capilla que está dedicada a San Jacinto de Polonia
hay un sepulcro renacentista con una estatua yacente que representa a López
Fernández de Paz. Junto a esta capilla hay otra decorada con pinturas que
representan escenas de la pasión y es obra de Antonio de Villamayor del siglo
XVII.
En la capilla dedicada a San Juan Bautista está el confesionario donde el
padre Domingo Bañez confesaba a Santa Teresa. Este confesionario forma parte
del muro, de modo que el confesor entraba por el patio y solo una rejilla
metálica le comunicaba con la iglesia.
El coro que ocupa la parte posterior de la
iglesia, tiene una longitud de 20 metros y una bóveda ojival casi plana y un
arco rebajado que le sirve de arranque. La sillería, (con 118 sillares) obra de
Alfonso Balbas y del lego fray Esteban de Santo Domingo, es de corte clásico,
elegante y sencilla, sin ser una obra de primer orden, dispone de una trazas
sobria y de una magnifica copia de la “Virgen con el Niño” de Rubens, sobre la
silla pastoral .Se encuentra la sillería, bajo la obra de Antonio de Palomino
en 1.705, el tema del Triunfo de la Iglesia mediante la Orden Dominica. Este
fresco, de carácter simbólico, tiene como figura central a Santo Domingo de
Guzmán y a la izquierda, bajo la Virgen, a Santo Tomas de Aquino, que ofrece su
obra la “Summa Theoligica”, a la figura que representa a la Iglesia. La parte
inferior está dedicada a la Iglesia militante representada por una mujer
vestida de pontificial que va montada en una carroza. A su lado esta Santo
Tomas de Aquino, avanzando un poco en la carroza están representadas
simbólicamente las cuatro virtudes cardinales: la prudencia, la fortaleza, la
templanza, y la justicia; después vienen las tres virtudes teologales: la fe,
la esperanza y el amor a Dios y a los hombres. Pisoteados por los caballos
blancos y negros hay tres personajes que representan a la ignorancia, el error
y la herejía. Bajo las ruedas de la carroza están representados por animales
los siete pecados capitales: el oso (la ira), el avestruz (la gula), el pavo (la
soberbia), el lobo (la avaricia), la cabra (la lujuria), el perro (la envidia)
y la tortuga (la pereza). En la parte superior está representada la Iglesia
Triunfante, presidida por la Trinidad, entre los numerosos santos destacan
principalmente las figuras de la Virgen María, de Santo Domingo de Guzmán, de
San Esteban, de San Juan Bautista y de San Antonio de Florencia.
El claustro exterior, (tiene tres claustros del siglo XVI) llamado de procesiones o de los reyes construido a la vez que la iglesia y
formando con ella una unidad perfecta, está formado por dos galerías
superpuestas de 36 metros de lado y planta cuadrada. La obra se inició en 1528
y se concluyó en 1544. Obra de fray Martín de Santiago, en el que se conjugan
elementos góticos, renacentistas y platerescos. El interés artístico lo ofrece
el claustro bajo, el de los reyes, o claustro de la procesión (es obra del siglo XIV con arreglos del
XV y XVI) dispone de un sistema de arcadas con tres maineles al estilo gótico,
pero realizado con elementos propios del arte clásico. Su nombre viene dado por
las figuras de los reyes de Israel que aparecen representadas en los medallones
situados entre arco y arco, de la galerías superior, es el más interesante y el
mejor conservado y además relaciona a las principales dependencias entre sí; es
un gran espacio cuadrado con dos plantas edificadas en el siglo XVI de estilo
gótico el interior y plateresco el exterior. Cada arco se divide en cuatro
arquillos sobre los que se apoya una celosía, la planta superior es de arcos
escarzanos más pequeños que los inferiores, apoyados sobre pilastras decoradas
con dedicadas columnillas. En las claves de estos arcos aparecen medallones con
temas varios .En la parte baja tiene 20 grandes arcos renacentistas pero
tratados al estilo gótico tardío, cada ventanal está dividido por tres maineles
con capiteles angulares tallados con grutescos, monstruos, putii, etc. En el
centro del jardín se levanta un templete.
Otro claustro es el de los aljibes, de finales del siglo XV es de
reducidas dimensiones, con dos arcadas de estilo gótico y no se encuentra
abierto al público. Se llama así por los dos pozos que existen en el patio, que
eran los que surtían de agua potable al convento, de aquí que todo el piso este
enlosado a fin de recoger el agua en ellos. También existe otro claustro el de
la enfermería.
En la antigua sala CAPITULAR (Capítulos) el “Capitulo antiguo”
oscuro, modesto y austero es del siglo XIV, es actual panteón de los teólogos
descansan los restos mortales de Francisco de Vitoria, cuya escultura realizo
en 1.975 Francisco de Toledo y está situada en frente de la fachada principal,
Domingo de Soto y Pedro de Sotomayor, Mancio de Corpus Christi, Bartolomé de
Medina, entre otros ilustres teólogos de la Orden. La parte inferior (Capitulo
nuevo) es del siglo XVII; era la que ocupaban los frailes en sus reuniones y
donde se enterraban los demás religiosos Muy cerca está la tumba del tercer
duque de Alba, Fernando Álvarez de Toledo, fallecido en Lisboa.
La sacristía a la que se accede por el claustro a través de una puerta que
bien pudiera ser obra de Churriguerra es de Alonso de Sardina, Gregorio Villar
y Juan Moreno y fue costeada por el obispo de Tuy fray Pedro de Herrera,
Canarias y Tarazona, fray Pedro de Herrera en 1.635, catedrático de la
Universidad de Salamanca, prior del convento. La obra se inició en 1627. Esta
labrada en piedra, muy ornamentada y es de estilo barroco. Desde el vestíbulo
de la sacristía se sube al piso principal a través de una monumental escalera
llamada escalera de soto por haberse construido entre 1553 y
1556 a expensa de fray Domingo de Soto, teólogo, obispo de Segovia, maestro del
Concilio de Trento, confesor de Carlos V y prior del Convento de San Esteban,
cuyo cuerpo en señal de humildad, está enterrado debajo del primer peldaño. Lo más
interesante de esta escalera es comprobar que los tramos inferiores soportan a
los superiores(es una escalera volada) esta bellamente decorada con relieves,
entre los que destaca a imagen de María
Magdalena, situada en el último tramo hacia el interior, recostada
meditando sobre un libro y una calavera.. Fue construida por Rodrigo Gil de
Hontañon y fray Martín de Santiago. La bóveda es de crucería bastante plana y
arranca de ménsulas colocadas en las esquinas. Cada muro está decorado con medallones.
En las enjutas están las manos asidas, la llama y el lema “viva FIDES” que
constituyen la divisa de Soto.
La sala de profundis (se construyó en 1683) que se encuentra en la zona de
clausura, es una larga nave rectangular donde se dice que Cristóbal Colon
explico por primera vez a los dominicos sus proyectos colombinos. Sin el
decidido apoyo de fray Diego de Deza al interceder antes los Reyes Católicos
(el titulo hereditario de Católicos fue otorgado por la bula de 19 de diciembre
de 1496 por el Papa) para que apoyaran
su proyecto cuando residieron en Salamanca durante el invierno de 1487 y 1487,
sin su intervención y la de Juan Cabero, camarero del príncipe Juan, la empresa
colombina no hubiera sido posible .Fray Diego de Deza llego a ser Inquisidor
General, después de Tomas de Torquemada Tiene 57 m. de largo y esta pavimentada
por huesos, y su techo descansa sobre 16 arcos escarzanos apeados en repisas
góticas con bolas o ramas de granado, lo que prueba que se hicieron en 1492, en
consecuencia no existía cuando Colon en 1484 estuvo por allí..
En 1411 San
Vicente Ferrer predico en el Colegio Menor Monte Olivete, situado en el recinto
interior del Convento de los Dominico, en la parte que da al Paseo de
Canalejas, frente al Instituto de Ciencias de la Educación (I.C.E.).Fundado en
1490 por Gonzalo González de Cañamares, canónico de Cuenca para clérigos
pobres, fue derribado por ruinoso en 1804; estaba dedicado a San Bernardo de
Tolomeo, fundador de la Orden Olivetana. En ese lugar se conserva una cruz que
recuerda sus predicaciones, y que según la leyenda al ser divisada por el
general francés Mompetit el 17 de enero de 1809 en su toma de Salamanca impidió
la destrucción del Convento
De todo el conjunto conventual de San Esteban es
probablemente el atrio la construcción que más se sujeta al clasicismo
italianizante. Fue obra de Juan de Ribera Rada que lo inició en 1590 como
estilizada y sobria columnata de orden toscazo que sustenta una arquería y un
friso clásicos. Tan solo los medallones de la enjutas vinculan este atrio al
mundo artístico salmantino de finales del siglo XVI.
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