Quintana –Plaza del Corillo. Horario de culto
Al otro lado de la Plaza Mayor en la calle Quintana y
Plaza del Corrillo, también conocida como Plaza de la Hierba (era de forma casi
redonda, y en ella confluyan un total de 13 o 14 calles a través de las que
relacionaba con las distintas puertas de la ciudad), debida a la hierba que servía
como marca fronteriza entre los bandos de Santo Tome y San Benito; se encuentra
esta iglesia denominada en la documentación SAN MARTIN DEL
MERCADO O SAN MARTÍN DE LA PLAZA está dedicada a San Martín de Tours.
Enfrente de dicha
iglesia hay una serie de casas con soportales formados por columnas de piedra
terminadas en zapatas que representan los días de la semana (una luna para el
lunes, un Marte para el martes, etc.:
Construida en
1.103 por el caudillo Martín Fernández y edificada a partir de 1.160 en el
territorio de los toreses bajo el solar en el que se asentaba una ermita
consagrada a San Pedro, es una de las iglesias más antiguas de aquellas 33 que
se construyeron en la época de la repoblación. De estilo románico original se
vio modificado por obras realizadas en el siglo XIII, XVI y XVII .De grandes
dimensiones, es el mayor edificio románico después de la Catedral Vieja,
habiéndose erigido en la parroquia más importante de la ciudad, después de la
Seo, Su reloj era el que regía la vida de la ciudad y al toque de su campana se
celebraban las sesiones del antiguo municipio.
En el siglo XVIII se hundieron gran parte de las bóvedas
de la nave central, a pesar de tener paredes de 1,80 de espesor, pilas de 2,60,
estribos bien recios, todo fue poco para soportar bóvedas densísimas,
enchapaduras y rellenos: las pilas se corcovaron resbalando algunas por su
mitad, las paredes cedieron espantosamente hacia fuera, bóvedas y arcos se
deformaron amenazando ruina y para conjurarla fueron precisas grandes obras de
consolidación. En 1.854 fueron igualmente rehechos los dos tramos orientales de
la nave, tras un incendio que destruyó el retablo mayor atribuido a Gregorio
Fernández.
Se encuentra bastante transformada ( la fachada
principal de riquísima decoración
románica, fue tapada por una capilla y ventana en 1.669, mientras que las
restantes han sido tapadas por las casas que la rodean, además se ha perdido el
techo abovedado, semejando al de la Catedral Vieja, así como el retablo
renacentista del altar mayor destruido en un incendio en 1.854) su estilo
románico es similar al de la citada catedral, como lo demuestra la transición
del arte románico al ojival en los pilares, zócalos y capiteles.
Su exterior queda limitado a dos puertas de entrada (románicas)
y a un deteriorado y modificado ábside que da a la plaza del Corrillo, por
estar totalmente rodeada de viviendas. La fachada norte, se conserva de la
primitiva construcción con la portada norte con arco apuntado, es la parte
románica visible del templo y su puerta situada sobre escalinata dispone de
unas arquivoltas bellamente labradas, sobre la puerta una hornacina contiene
una escultura, que fue policromada, representado a San Martín repartiendo su
capa con un mendigo, del siglo XIII,
consta de cuatro arquivoltas de medio punto que apean sobre machones y
tres pares de columnas con excelentes capiteles, la externa se decora con
flores cuadripétalas que se repiten en el intradós, la segunda posee baquetones
y escocias, la tercera presenta lóbulos muy cerrados y la interior botones
florales En el lado izquierdo hay tres capiteles, el externo vegetal con los
típicos acantos borgoñones de perlados nervios centrales, el central con
dragones afrontados cuyos cuellos entrelazados recuerdan similar plantilla en
el sepulcro de la Magdalena de Zamora, el interior muy deteriorado, con arpías
de colas entrelazadas, en el lado derecho otros tres capiteles, el interior
vegetal, el central con collarino de ovas y bolas y en la cesta aves con
cuellos y colas entrelazados, finamente cincelados sobre fondo vegetal y
cabecillas que asoman por la parte superior, el externo con arpías afrontadas
tocadas con caperuzas. Es la denominada
Puerta del Obispo. En esta fachada esta el escudo de los Villafuerte (cinco
barras) por tener sepultura propia desde 1.413 en la capilla que ellos fundaron
en esta iglesia. Y otra puerta al interior (solo se puede contemplar desde el
interior) con decoración que recoge el calendario de los trabajos y los meses.
Al exterior queda oculta por la capilla barroca de Nuestra Señora de las
Angustias, dicha puerta está compuesta por seis arquivoltas, la interior muy
deteriorada, esta ornada por flores cuadripétalas y pequeñas bayas, la segunda
posee moldura abocelada con motivos de herradura polilobulados que apoyan en
reducillas columnillas , la tercera con palmetas perladas y una inscripción del
siglo XVII donde se leía: “AR el bachiller Damián de lintornes+ y dexo unas as” y la cuarta con carnosas hojas de acanto
más un entrelazo pintado, la quinta es la más interesante y presenta numerosos
temas figurados; una cabeza de león con fauces abiertas, bustos femeninos con
tocas, busto masculino, personajes sedentes, aves con las alas explayadas, guerreros,
etc. y once escenas de un mensario, y la sexta tiene hojas carnosas similares a
las anteriores.
La fachada sur es renacentista y data de 1.586. Su puerta
está decorada por una estructura dintelada, soportada por dos parejas de
columnas corintias, sobres las que se asienta otra estructura semejante, de
menor tamaño, que contiene en lugar de la puerta, una hornacina y que se remata
por un frontón.
Tiene tres ábsides
y tres naves, la central con bóveda de cañón apuntado (bóveda generada por un
arco de medio punto) y las laterales con bóveda de crucería (bóveda formada por
arcos que se cruzan en diagonal).
En el interior destaca el coro alto, dispuesto a los
pies, gótico, la escalera plateresca y algunas tumbas bellamente esculpidas. La
veleta representa un caballo unicornio, coronando la torre. Tenía tres portadas
románicas, la septentrional abierta hacia la Plaza Mayor, tiene arquivoltas
lobuladas, similares a las de la Puerta del Obispo de la Catedral de Zamora, y
la imagen de San Martín, la meridional que es muy sencilla está protegida por
un atrio abierto hacia la calle Quintana levantado a finales del siglo XVI este
también esta coronada por una hornacina con el grupo de San Martín y el pobre,
la occidental que comunicaba con la plaza del Corrillo fue eliminada al
construir una capilla camarín en el siglo XVII.
En 1.669 se
cometió un disparate arquitectónico, la capilla barroca que se instaló al
fondo, dedicada a la Virgen del Carmen, cubriendo la que hasta entonces fue
entrada principal al templo y cuyo románico era muy superior a la que nos franqueó
el paso. Sus arquivoltas y capiteles, finos e imaginativos, con una decoración
que recoge el calendario de los trabajos y los meses; reclaman su salida a la
luz, mucho más cuando también al exterior el pegote es manifiesto y estorba al tránsito.
En el interior el retablo procede de la iglesia de San Sebastián de la Plaza de
Anaya y data del siglo XVIII.
Atractivo son los
enterramientos, indisimuladamente góticos; quizás los más notables sean los instalados
en el ábside izquierdo, bajo arcos rebajados con ricos festones. Los de Luís
Yánez y Pedro Sánchez del siglo XV. En el primero-figura yaciente con traje
guerrero y espada y lebrel a los pies- descansa en urna rica en labor D. Diego
de Santiesteban, el sepulcro de al lado, su hijo Rodrigo, cuya estatua yacente
se ha denominado el “doncel de Salamanca”
por su postura reclinada sobre un brazo, mientras la otra se posa en la espada,
a los pies una paje con la celada. Bajo el coro se halla el enterramiento del
doctor Pedro de Paz del siglo XV.
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