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viernes, 6 de junio de 2014

IGLESIA DE SAN MARTÍN

Quintana –Plaza del Corillo. Horario de culto
Al otro lado de la Plaza Mayor en la calle Quintana y Plaza del Corrillo, también conocida como Plaza de la Hierba (era de forma casi redonda, y en ella confluyan un total de 13 o 14 calles a través de las que relacionaba con las distintas puertas de la ciudad), debida a la hierba que servía como marca fronteriza entre los bandos de Santo Tome y San Benito; se encuentra esta iglesia denominada en la documentación SAN MARTIN DEL MERCADO O SAN MARTÍN DE LA PLAZA está dedicada a San Martín de Tours.

 Enfrente de dicha iglesia hay una serie de casas con soportales formados por columnas de piedra terminadas en zapatas que representan los días de la semana (una luna para el lunes, un Marte para el martes, etc.: 

 Construida en 1.103 por el caudillo Martín Fernández y edificada a partir de 1.160 en el territorio de los toreses bajo el solar en el que se asentaba una ermita consagrada a San Pedro, es una de las iglesias más antiguas de aquellas 33 que se construyeron en la época de la repoblación. De estilo románico original se vio modificado por obras realizadas en el siglo XIII, XVI y XVII .De grandes dimensiones, es el mayor edificio románico después de la Catedral Vieja, habiéndose erigido en la parroquia más importante de la ciudad, después de la Seo, Su reloj era el que regía la vida de la ciudad y al toque de su campana se celebraban las sesiones del antiguo municipio.
En el siglo XVIII se hundieron gran parte de las bóvedas de la nave central, a pesar de tener paredes de 1,80 de espesor, pilas de 2,60, estribos bien recios, todo fue poco para soportar bóvedas densísimas, enchapaduras y rellenos: las pilas se corcovaron resbalando algunas por su mitad, las paredes cedieron espantosamente hacia fuera, bóvedas y arcos se deformaron amenazando ruina y para conjurarla fueron precisas grandes obras de consolidación. En 1.854 fueron igualmente rehechos los dos tramos orientales de la nave, tras un incendio que destruyó el retablo mayor atribuido a Gregorio Fernández.
Se encuentra bastante transformada ( la fachada principal  de riquísima decoración románica, fue tapada por una capilla y ventana en 1.669, mientras que las restantes han sido tapadas por las casas que la rodean, además se ha perdido el techo abovedado, semejando al de la Catedral Vieja, así como el retablo renacentista del altar mayor destruido en un incendio en 1.854) su estilo románico es similar al de la citada catedral, como lo demuestra la transición del arte románico al ojival en los pilares, zócalos y capiteles.
 Su exterior queda limitado a dos puertas de entrada (románicas) y a un deteriorado y modificado ábside que da a la plaza del Corrillo, por estar totalmente rodeada de viviendas. La fachada norte, se conserva de la primitiva construcción con la portada norte con arco apuntado, es la parte románica visible del templo y su puerta situada sobre escalinata dispone de unas arquivoltas bellamente labradas, sobre la puerta una hornacina contiene una escultura, que fue policromada, representado a San Martín repartiendo su capa con un mendigo, del siglo XIII,  consta de cuatro arquivoltas de medio punto que apean sobre machones y tres pares de columnas con excelentes capiteles, la externa se decora con flores cuadripétalas que se repiten en el intradós, la segunda posee baquetones y escocias, la tercera presenta lóbulos muy cerrados y la interior botones florales En el lado izquierdo hay tres capiteles, el externo vegetal con los típicos acantos borgoñones de perlados nervios centrales, el central con dragones afrontados cuyos cuellos entrelazados recuerdan similar plantilla en el sepulcro de la Magdalena de Zamora, el interior muy deteriorado, con arpías de colas entrelazadas, en el lado derecho otros tres capiteles, el interior vegetal, el central con collarino de ovas y bolas y en la cesta aves con cuellos y colas entrelazados, finamente cincelados sobre fondo vegetal y cabecillas que asoman por la parte superior, el externo con arpías afrontadas tocadas con caperuzas.  Es la denominada Puerta del Obispo. En esta fachada esta el escudo de los Villafuerte (cinco barras) por tener sepultura propia desde 1.413 en la capilla que ellos fundaron en esta iglesia. Y otra puerta al interior (solo se puede contemplar desde el interior) con decoración que recoge el calendario de los trabajos y los meses. Al exterior queda oculta por la capilla barroca de Nuestra Señora de las Angustias, dicha puerta está compuesta por seis arquivoltas, la interior muy deteriorada, esta ornada por flores cuadripétalas y pequeñas bayas, la segunda posee moldura abocelada con motivos de herradura polilobulados que apoyan en reducillas columnillas , la tercera con palmetas perladas y una inscripción del siglo XVII donde se leía: “AR el bachiller Damián de lintornes+ y dexo unas as” y la cuarta con carnosas hojas de acanto más un entrelazo pintado, la quinta es la más interesante y presenta numerosos temas figurados; una cabeza de león con fauces abiertas, bustos femeninos con tocas, busto masculino, personajes sedentes, aves con las alas explayadas, guerreros, etc. y once escenas de un mensario, y la sexta tiene hojas carnosas similares a las anteriores.
La fachada sur es renacentista y data de 1.586. Su puerta está decorada por una estructura dintelada, soportada por dos parejas de columnas corintias, sobres las que se asienta otra estructura semejante, de menor tamaño, que contiene en lugar de la puerta, una hornacina y que se remata por un frontón.
 Tiene tres ábsides y tres naves, la central con bóveda de cañón apuntado (bóveda generada por un arco de medio punto) y las laterales con bóveda de crucería (bóveda formada por arcos que se cruzan en diagonal).
En el interior destaca el coro alto, dispuesto a los pies, gótico, la escalera plateresca y algunas tumbas bellamente esculpidas. La veleta representa un caballo unicornio, coronando la torre. Tenía tres portadas románicas, la septentrional abierta hacia la Plaza Mayor, tiene arquivoltas lobuladas, similares a las de la Puerta del Obispo de la Catedral de Zamora, y la imagen de San Martín, la meridional que es muy sencilla está protegida por un atrio abierto hacia la calle Quintana levantado a finales del siglo XVI este también esta coronada por una hornacina con el grupo de San Martín y el pobre, la occidental que comunicaba con la plaza del Corrillo fue eliminada al construir una capilla camarín en el siglo XVII.
 En 1.669 se cometió un disparate arquitectónico, la capilla barroca que se instaló al fondo, dedicada a la Virgen del Carmen, cubriendo la que hasta entonces fue entrada principal al templo y cuyo románico era muy superior a la que nos franqueó el paso. Sus arquivoltas y capiteles, finos e imaginativos, con una decoración que recoge el calendario de los trabajos y los meses; reclaman su salida a la luz, mucho más cuando también al exterior el pegote es manifiesto y estorba al tránsito. En el interior el retablo procede de la iglesia de San Sebastián de la Plaza de Anaya y data del siglo XVIII.
 Atractivo son los enterramientos, indisimuladamente góticos; quizás los más notables sean los instalados en el ábside izquierdo, bajo arcos rebajados con ricos festones. Los de Luís Yánez y Pedro Sánchez del siglo XV. En el primero-figura yaciente con traje guerrero y espada y lebrel a los pies- descansa en urna rica en labor D. Diego de Santiesteban, el sepulcro de al lado, su hijo Rodrigo, cuya estatua yacente se ha denominado el “doncel de Salamanca” por su postura reclinada sobre un brazo, mientras la otra se posa en la espada, a los pies una paje con la celada. Bajo el coro se halla el enterramiento del doctor Pedro de Paz del siglo XV. 

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