Declarado monumento por Real Orden del 6 de mayo de
1.929. Situado en la calle de la Compañía, esquina a Serrano y Rúa Mayor,
enfrente de la Clerecía se encentra este edificio monumental por su singular
ornamentación.
Se comenzó a construir en 1.493, concluyéndose en
1.512.Si bien perteneció inicialmente al doctor Rodrigo Arias Maldonado de Talavera, (se construyó con
motivo del matrimonio de su hijo don Rodrigo Arias Maldonado con doña
Juana María de Pimentel), caballero de
la Orden de Santiago, catedrático de Derecho de la Universidad y por entonces
miembros del Consejo Real de los Reyes Católicos, por esto luce sobre la puerta
el blasón con las flores de lis de los Maldonado y en la parte alta el escudo
real de Isabel y Fernando, y está enterrado en la capilla Talavera de la
Catedral Vieja. Posteriormente la heredaron sus nietos Francisco y Pedro
Maldonado Pimentel, ejecutados tras la derrota comunera de Villalar sentencia
firmada el 24 de abril de 1.521, por los licenciados García Fernández y
Salieron y el Doctor Cornejo alcalde de Villalar; sin que la intervención de su
tío el Conde de Benavente (D. Rodrigo Pimentel), pudiera salvarles la vida. Fue
designado como capitán de las hueste salmantina (Pedro Maldonado Pimentel) por
Juan de Vallaría.
Posteriormente perteneció al marqués de Valdecarzana y
luego al conde de Santa Coloma. En 1.977 su propietario en ese momento (el Conde
de Santa Coloma) se la entrega a la Junta de Andalucía como pago de impuestos.
En 2.005 le Junta de Andalucía la permuta por otro
edificio con el Estado, su actual propietario.
La fachada está compuesta por más
de 342 conchas de viera (288 en la fachada principal y 54 en la de la calle Rúa),
que o bien representan el símbolo de la
Orden de Santiago, por pertenecer los Maldonado a dicha orden o bien el motivo heráldico de Pimentel,
debido a que don Rodrigo, Arias
Maldonado, se casó con Juana María
Pimentel,(matrimonio celebrado ante la reina católica en el palacio de Tordesillas
en 1.494 perteneciente a la familia de los conde de Benavente, en cuyo escudo
figuran conchas. Las conchas se colocaron con motivo de dicho matrimonio, como
muestra del amor que don Rodrigo sentía por su mujer y ser el símbolo de la
casa Pimentel las conchas...Además de las conchas también existen 153 escudos
en su fachada Por cierto bajo ellas no existe ningún tesoro, según la leyenda
popular. En la puerta se ve un magnifico dintel con delfines, (símbolo de amor
de la época) con las cinco flores de lis de los Maldonado, labradas en el mejor
estilo gótico hispano-flamenco, en un escudo inclinado a “la Valona” según el
estilo heráldico centroeuropeo, que no tiene ninguna relación con la bastardía.
En lo alto de la fachada un gran escudo de la España de los Reyes Católicos,
con el segundo cuartel invertido.
Del exterior también son de destacar las rejas góticas de
las dos ventanas inferiores (que se han llegado a catalogar entre las más
hermosas de España) a modo de celosía musulmanas, que permiten guardar la
intimidar interior al tiempo que observar el exterior. La de reja cuadrada
(segunda a partir de la esquina) es conocida del “Ave María”. Fueron realizadas
por el rejero fray Francisco de Salamanca. Las ventanas de la planta superior
están partidas por columnas, todas ellas decoradas por motivos diferentes.
Sobre el dintel de la puerta de entrada (descentrada como la mayoría de los
edificios civiles renacentistas) descansa el escudo de don Rodrigo, con cinco
flores de lis sostenidas por dos leones, que se repiten en otros lugares de la
misma. Bajo este escudo hay tres parejas de delfines, símbolo renacentista del
amor, y en este caso del feliz matrimonio de los vástagos de las casas
Maldonado y Pimentel.
En la parte
superior de la fachada está el escudo de los Reyes Católicos, con el yugo y las
fechas a ambos lados, sostenido por el águila de San Juan.
Inicialmente el edificio estaba rematado con dos torres
en cada esquina, demolida una en el siglo XVIII ante la amenaza de ruina, según
algunos autores por orden de Carlos I como castigo por la rebelión de los
comuneros, y la otra que todavía se conserva, la de la esquina de Rúa y la
calle de la Compañía, (desmochada por orden de Carlos V por ser familiar de uno
de los comuneros) esta rebajada. La ausencia de conchas en la parte alta, junto
las pequeñas ventanas rectangulares que en este lugar se abren y que nada
tienen que ver con el resto del edificio, son fruto de una de tantas
restauraciones que a lo largo de los siglos ha parecido este palacio,
produciéndose en 1.722 de la mano de Simón Gavilán Tome. La fachada
correspondiente a la calle de la Rúa se añadió en 1.701.
Por lo que se
refiere al patio interior,
su construcción se compone de dos galerías, la inferior conserva arcos trazados
por maestros morisco (arcos mixtilíneos), entre los que hay cabezas de leones
con una argolla entre sus fauces de la que pende un escudo, y en la superior está
formada por columnas de mármol blanco italiano de Carrara, coronadas por orlas
con escudos en su interior que sujetan los arcos escárzanos autor Juan
Fernández y tallaron las imágenes Juan Rodríguez y Juan Pitti. También son de
destacar el antepecho y el artesonado mudéjar de la escalera. El tejado esta
rematado por un parapeto formado por flores de lis acompañadas de gárgolas.
Tanto en la planta superior como inferior se repiten los blasones de ambas
familias .En el centro existe un pozo. En la sacristía existen una imagen, el
“Ecce Homo” de L.S.Carmona. El artesonado de la segunda planta del patio esta
formado por motivos hexagonales que rodean un cuadrado. Todos estos motivos
aparecen ricamente policromados en colores blancos, azules y dorados. El
interior de los hexágonos aparece decorado con motivos vegetales, mientras que
el interior de los cuadrados aparece decorado con cuadrifolios.
La escalera
de tres tramos no se
encuentra frente al zaguán, sino que sigue la tradición musulmana de preservar
la intimidad del hogar a los curiosos. El primer tramo se abre con la figura de
un perro que soporta el escudo de los Pimentel, el perro guarda y preserva la
intimidad del hogar, el segundo tramo se abre con un león que sostiene el
escudo de los Maldonado, y el tercero se abre con la unión de los blasones de
los Pimentel y los Maldonado.
Según la leyenda los lises fueron conseguidos por Aldana,
un antepasado de los Maldonado, tras vencer en duelo al Duque de Normandía, el
Rey de Francia, para evitar la muerte de su hijo “maldono” los lises a los
Aldana, que a partir de ese momento pasarían a
llamarse Maldonado.
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