Declarado monumento por Real Orden del 17 de junio de
1.887. Visitas: De lunes a sábado de 10 a 14 y 16 a 20, domingos y festivos 10 a 14 y 16 a
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Situada en la plaza de Juan XXIII y entrada por la plaza
de Anaya a través de la Catedral Nueva se encuentra esta Iglesia CATEDRAL DE SANTA MARÍA DE LA SEDE conocida popularmente como CATEDRAL VIEJA, dedicada a Santa María y que albergar
la sede episcopal.
La catedral vieja
se alza sobre la Peña Celestina, al mediodía del viejo recinto fortificado
medieval, dominando la margen derecha del Tormes y frente al barrio de la
Puerta del Río que daba acceso hasta la Vía de la Plata( la llamada calzada de
la Guinea en
los documentos medievales), una zona de propiedad episcopal habitada por
francos desde antiguo, matriz y solar donde la catedral alcanzo status
de avanzadilla demográfica
y económica hacia tierras meridionales y occidentales, coincidiendo con la
repoblación de la transierra leonesa.
Salamanca contaba a inicios del siglo XII con un tosco
alcázar defensivo en la plazoleta del Azoque. Viejo, centro neurálgico del
burgo, así como una decena de parroquias en las que fueron integrándose los
diferentes grupos de pobladores procedentes de allende el Pirineo y también
desde tierras de Castilla, Toro y Braganca. Los mozárabes terminaron
asentándose extramuros, junto al río, y los judíos a la sombra del alcázar.
La catedral debió ser restaurada a partir de un templo
visigótico o altomedieval, tal vez en época de Ramiro II durante la primera
repoblación. Sin demasiados avales, la tradición quiere ver en Jerónimo Visque,
monje cluniacense, prelado de Valencia y colega del Cid, el primer obispo de la
recién repoblada sede de Salamanca (1.102).
Poco después de que Salamanca fuera reconquistada y
repoblada definitivamente, allá por los tiempos del obispo Berengario o
Berenguer (1.135-1.151), que fue canciller de Alfonso VII (1.1241.157) se debió
iniciar las obras entre 1.140 y 1.150 (1.152 según algunos) pero las obras se
prolongaron hasta 1.289. De esa época conocemos una manda testamentaria de un
personaje llamado Miguel Domínguez por la que deja 200 morabetinos para la
construcción de Santa María (CC morabetinos ab illo labore sce Marie). En 1.152
siendo obispo Runario, Alfonso VII libero de todo tributo a los 31 hombres que
trabajaban en la catedral hasta que esta fuera acabada. Después Fernando II en
1.183 y Alfonso IX en 1.199 confirmaron la misma exención para 25 operarios. De
quienes fueron los maestros constructores y cuáles fueron las vicisitudes de
los trabajos se tienen pocas noticias, así como son distintas las influencias
que cada uno de ellos plasmo en el edificio.
Se afirma que en
1.160 se puso en ella la primera piedra... En 1.178 está terminada la mitad
oriental. Solo se sabe que en 1.182 apareció el Maestro Pedro. Su construcción
fue lenta. Concluida en el estilo de transición del románico al ojival., aún
son redondos los arcos de las ábsides, pero sus capillas ostentan cañones y
arcos agudos. En su construcción se comunican los lenguajes románicos y
góticos. Dado el espeso de sus muros (3 metros) se le llamo fortis salmantina.
No obstante y por razones estilística se puede afirmar
que la catedral se inició simultáneamente por la cabecera y por los pies, ya
que estas partes son las más decididamente románicas (del tipo de San Vicente y
San Pedro de Ávila y que conforme a el se iban erigiendo las tres capillas con
ábsides, cruceros, muros de las naves y pórtico), mientras que el resto bien
puede considerarse como proto-gotico, obedeció a un cambio de maestro o a
evolución del mismo. La parte de la capilla es plenamente románica. Se inició
por el ábside mayor cuyo hemiciclo se cubre con una bóveda de horno enmarcada
por un arco de medio punto. Se continuaría por las partes bajas hasta alcanzar
el crucero, lo que se haría hacia 1.178 año en el que sabemos que se comenzaba
la construcción del claustro, tal como parece desprenderse de esta manda del
presbítero Miguel, que dispuso ser enterrado en el claustro y para ello dejaba
a la mesa de los canónigos su heredad de Sieteiglesias hasta que las obras del
mismo se hubieran concluido: “ad opus claustroi salamantini et consumato opere reddeat ad
mensam chanonicorum “. A partir de entonces se empezaron a cerrar los tramos rectos
de los ábsides y se construyan las partes altas de los muros del crucero. Los
tramos rectos se cubren con cañones apuntados y los arcos son ya todos de este
mismo perfil...A pesar de ello el conjunto de la Catedral Vieja resulta
notablemente armónico y los cambios de estilo que el paso del tiempo dejo sobra
la obra se ofrecen sin sobresaltos, como un proceso lógico. La planta es una
cabecera de tres ábsides y tres naves con crucero claramente acusado sobre las
naves colaterales Así el conjunto de los ábsides, de un románico de madurez,
por corresponder a la primera campaña de su construcción, aparece magistralmente resuelto y da paso al
crucero y a la nave mayor con sus bóvedas de crucería con nervios y arcos
ojivales ya de inspiración gótica y que sirven para sostener la cúpula, de
planta cuadrada, de gallones del extraordinario cimborio de la Torre del Gallo, la denominación de torre pudiera
resultar equivoca puesto que realmente se trata de una singular bóveda nervada
sobre tambor que constituye el cimborrio del crucero; en el que puede rastrearse tanto las
influencias bizantina como el parentesco con cierto románico francés del tipo
del de Poitiers. Son admirables los bellos detalles de la ajedrezada imposta
que recorre el triple semicírculo de los ábsides, las esbeltas ventanas
abocinadas de los laterales y las del central, más recargadas de adornos; la
variedad de columnitas engalanadas con capiteles románicos el gracioso
ajedrezado del cornisamento , el calado antepechado que le sirve de corona y el
gallardo y primoroso cimborrio bizantino-románico , flanqueado por cuatro
redondeados cubos terminados por escamados capacetes o capulines que contrarrestan
de modo admirable el empuje de la cúpula. El transepto ortogonal al eje de las
naves y previo a la cabecera que marca la cruz latina de la planta, se mantiene
intacto en el lado sur y esta truncado al lado norte. Del crucero a los pies se
desarrollan tres naves longitudinales: una central de mayor anchura y altura y
dos laterales. Dichas naves constan de cinco crujías cubiertas con bóvedas de
crucería con arcos perpiaños y formeros apuntados, las centrales sobre planta
rectangular y las laterales sobre planta cuadrada. Los muros longitudinales
están rematados exteriormente con almenas de fuerte merlones de planta
rectangular rematados en forma piramidal.
La verdad es que la Catedral Vieja se salvó por los pelos
de “fenecer” tras la ejecución de la Catedral Nueva, permaneciendo como
“sagrario y parroquia” de la nueva fábrica.
Sabemos que un tal Iohannes Franco aparece citado como
maestro de la obra en 1.225 y 1.228 y que hacia el último tercio del siglo XIII
el templo aún no estaba concluido, pues una bula del papa Nicolás IV- existe
constancia epigráfica en un pilar de la cabecera-concedía indulgencias a
cuantos colaboraran económicamente en la empresa (1.289). Están documentados
los nombres de otros alarifes y canteros activos en la Catedral Vieja: Petrus
Petriz (1.150-1.182) Pedro de la Obra o Pedro de Aix (+ 1.213), sanctus Petri
(inicios del siglo XIII) magíster Hohanes el letrero (1.203) y los carpinteros
Jahanes de Hispana (1.214) y Mateus (1.224)
A lo largo del siglo XIV el cabildo se enfrentó ante
ímprobas dificultades para rematar la fábrica, llegando incluso a verse
necesitado a arrendar todas las propiedades episcopales en 1.313. En 1.363 el
obispo Alfonso Barasaque fundaba una cofradía e indicaba la imperiosa necesidad
de atraer limosnas para hacer frente a la finalización de los trabajos,
seguramente en el sector de la torre mayor, capilla claustral de Santa Catalina
y Torre del Gallo.
El estudio de la decoración escultórica en la catedral
permite hablar de la participación de varios talleres en cabecera y claustro
relacionados con los escultores de San Vicente de Ávila y Aguilar de Campoo
(hacia 1.160-70). A medida que avanzaban los trabajos (hacia 1.185-90) fueron
incorporándose artífices de otras formas de hacer, del sudoeste galo (Loches,
Aulnay, Saintes, Angers, Chinon, Echillais y otros templos de Berry, Angumois y
Poitou) cuya actividad es evidente en las estatuas-nercatura de las pechinas
del tramo central. El uso de bóvedas cuculiformes en los tramos occidentales
nos habla además de un mundo arquitectónico cercano al imperio Plantagenet, muy
distante del inmediato entorno geográfico salmantino. Los escultores de la
Torre del Gallo (1.200) y los activos en la capilla Talavera (rematada ya hacia
1.243) ensayaran un lenguaje muy diferente, de tesitura preponderantemente
vegetal.
Por lo que
respecta a la fachada, así como a las dos torres que contenía, una de ellas
inacabado, todo ha sido cubierto casi en su totalidad. En la fachada principal
fue reconstruida una portada seudo-clasica. Su vestíbulo es espacioso, con gran
arcada levantada sobre columnas románicas, dando paso a la despejada nave
central, separada por los laterales por doce grandes pilares con preciosos
capiteles historiados. En el crucero se puede admirar al aéreo cimborio
asentando su cilíndrica fábrica sobre pechinas y estas sobre los arcos torales.
Mide su nave principal 54 metros y aunque da sensación de masa guarda armonía y
majestuosidad.
La parte norte del
transepto se suprimió para dar espacio a la nueva catedral es la bóveda del
ábside principal, un fresco representando el juicio final y debajo un magnifico
retablo; en
marcos góticos, 53 tablas con escenas de la vida de Cristo y de la Virgen,
salvo las dos centrales de la fila interior obra a su vez de Fernando Gallego,
fue terminado en 1.445...Sobre el retablo, en el cascaron de la bóveda, está
representada la escena del juicio final. Obra de Nicolás Florentino, como consta en el contrato
que hizo con el Cabildo en 15 de diciembre de 1.445 obligándose a hacerlo por
75.000 maravedís. En el centro se ha
colocado la imagen románica en oro y esmaltes de la Virgen de la Vega (su altura es de 0,72 m y representa a la
Virgen sentada en su trono con túnica, capa echada sobre la falda, velo y
zapatos puntiagudos, en la mano derecha tendrá un cetro y con la otra sujeta al
niño, sentado sobre sus rodillas, con túnica y manto que bendice y tiene asido
el libro de la ley), el alma de la escultura es de madera recubierta con una
chapa de bronce sobredorado, con esmalte de Limoges en el trono., de la segunda
mitad del siglo XII. Otros dos paneles representando la Cruz a cuestas y el
Calvario pertenecen al estilo de Van der. Weyden. Bajo este retablo se pueden
ver cuatro enterramientos góticos, de Fernando Alonso, hijo natural de
Alfonso IX (1.279) que en 1.223 era canónigo de esta
iglesia luego fue arcediano y deán de Santiago y probablemente fallecería en
1.278; de don Alfonso Vidal deán de Ávila y arcediano de Alba que vivió por
1.282 a 1.287, y en tal caso la mujer orante será su hermana Theresa; de don
Sancho de Castilla (1.423-1.446), don Gonzalo de Vivero (1.447-1.482) estos dos
obispos de Salamanca y Diego Arias Maldonado, arcediano de Toro (1.360). En el
brazo derecho del crucero y en el ábside de la epístola, otros sepulcros de los
siglos XIII al XV de diversos personajes, bienhechores de la catedral, D. Diego
López arcediano de Ledesma, Alonso Vidal deán de Ávila, entre los que sobresale
el del chantre Aparicio muerto en 1.274...
La fachada es una
obra, carente de interés realizada por Juan de Setién en 1.679; la torre de la
izquierda por haber sido asumida como propia por la Catedral Nueva y por el
recubrimiento de refuerzo que se le aplico en 1.755 tras los efectos
devastadores del terremoto de Lisboa; y de la otra torre, la que en época
románica no llego a terminarse, tan solo es visible su parte superior rematada
por almenas porque también su parte baja fue recubierta en 1.785.Si a todo esto
se añade que el lado norte de la Catedral Vieja quedo prácticamente sepultado por
la poderosa molde de la Nueva levantada muro con muro y que al lado sur está
ocupado por el claustro y otras dependencias, será fácil entender que tan solo
resta la cabecera del templo como exterior visible y es desde el Patio Chico
desde donde mejor se puede admirar el gracioso juego de volúmenes y de
decoración que constituye la Torre del Gallo.
El esbelto cimborrio esta coronado con una veleta con forma
de gallo que le da nombre (torre del gallo) obra del arquitecto Petrus Petri en
1.163 y 1.164, y su cúpula cónica recubierta de una decoración de escamas
alcanza altura al estar montada sobre un tambor doble, fue construida entre
1.200 y 1.210, aunque es de génesis bizantina, su trazado tiene como precedente
el cimborrio de la Catedral de Zamora, el cual recuerda a su vez al de la
Colegiata de Toro. Las obras de desmontaje de esta torre realizadas entre 1.918
y 1.925 demostraron que la estructura de la cúpula es la interior mientras que
la exterior es un relleno que carga sobre la primera. Por tanto hay que señalar
que la estructura de la Torre del Gallo está formada por un sistema de doble
hoja, con la interior semiesférica con nervios semicirculares y elementos
gallonados y la exterior apuntada de anillos horizontales de vuelos
progresivos. En este sentido constituye un caso excepcional en la arquitectura
medieval, que no se vuelve a encontrar hasta en el siglo XV en la cúpula de
Santa María de las Flores de Florencia obra de Brunelleschi (1.420-1.461).
El gracioso conjunto se completa con cuatro torrecitas
adosadas y otros tantos cuerpos rematados por frontón que se intercalan entre
las torres. Al sur del cimborrio hay otra pequeña torre hexagonal y escamada
que tenía su pareja en el lado norte hasta que fue desmontada para construir la
Nueva. Es denominada Torre Mocha, se utilizó como aposento para el alcalde,
debido a que la iglesia fue fortaleza militar y su torre era una atalaya
cuidadosamente defendida y sin otro acceso que el existente por encima del
portal y casa del alcalde.
La gran torre denominada de las campanas
está situada al norte del
portal de acceso a los pies de la iglesia. En su origen era una torre de planta
cuadrada y moderada altura. Hay 11 campanas.
El pórtico de acceso, que pertenecía a la trama
primitiva, aunque posteriormente fue modificado... Es la primitiva puerta del perdón, está cubierta por una barroca, solo conserva dos imágenes de
una Anunciación de fines del siglo XIII. Surge al exterior de este portal un
gran arco con ventanal superior y coronación de almenas. De este pórtico
primitivo no se conserva nada, debido a que fue rectificado en 1.630, por tanto
la portada actual es de traza barroca, obra del arquitecto Juan de Setién.
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