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martes, 14 de octubre de 2014

LA CATEDRAL VIEJA II

Compuesta por tres naves, la nave central es más alta que las laterales lo que permite el paso de la luz a través de ventanas románicas, crucero saliente y cabecera triabsidial semicircular, a la Catedral Vieja se accede desde la Nueva. Después de haber bajado las escaleras de acceso, a la derecha en el muro de los pies de la nave del Evangelio se encuentra la capilla de San Martín también conocida con el nombre del ACEITE, decorada toda ella con pinturas góticas, una de las cuales aparece firmada por un tal Antón Sánchez de Segovia en 1.262, lo que resulta sorprendente por cuanto en esa época no era norma que los artistas firmaran sus obras, con 5 profetas y 5 Ángeles con instrumentos musicales. Está estructurada a modo de retablo, dispuesto en torno al hueco arquitectónico, que funciono como hornacina y que debió acoger una escultura de la Virgen. Están representadas las figuras de San Joaquín y Santa Ana, profetas y Ángeles músicos. Está sepultado el obispo Rodrigo Díaz (1.339) y el obispo Pedro Pérez (1.262) fundador de la capilla...Se guarda un magnifico conjunto de sepulcro de los siglos XIII y XV, los de Diego Arias, Doña Malfanda, Juan Fernández, Gonzalo de Vivero Sancho de Castilla, del siglo XV el del obispo Pedro Dominicano del XIV y el de Fernando Alonso del XIII. 

En la pared del evangelio existen otras pinturas murales que representan 18 hechos, tenidos por milagrosos atribuidos al Cristo de las Batallas, que fueron pintadas por Juan Sánchez en 1.615. Saliendo de esta y  siguiendo la nave del Evangelio se llega a la  capilla mayor  que alberga uno de los retablos más representativos del siglo XV compuesto de 53 tablas pintadas en estilo gótico internacional por Nicolás Florentino o si se prefiere Dello da Niccolo Delli entre 1.433 y 1.445 (cada una de 1,04 por 0,76 metros). Las tablas pintadas al temple se disponen en 11 calles de cinco pisos y narran distintos momentos de la vida de la Virgen y de Cristo en un orden que se inicia en el extremo inferior izquierdo y que se culmina en la tabla derecha del último piso. El llamativo retablo se remata con la pintura mural que representa el Juicio Final, de 1.342, que también pinto Nicolás Florentino. En el centro del retablo los dos primeros pisos de tablas se interrumpen para dejar espacio a la imagen de la Virgen de la Vega.(0,72 es su altura) Esta escultura del siglo XII, año 1.230,  de marcado carácter bizantino como lo evidencian los inexpresivos rostros de María y del Niño, está realizada en madera y recubierta de cobre dorado, salvo los rostros que son de bronce y en cuyo conjunto se incrustan esmaltes y piedras preciosas, parece ser que fue obra de artistas limosinos asentados en Salamanca. Es la patrona de la ciudad.
 Junto a la Capilla Mayor se encuentra el órgano portátil de Francisco de Salinas fechado entre 1.560 y 1.570.En uno de los tableros del órgano aparece representada “El árbol genealógico de Jesús”. Un magnifico tríptico dedicado a San Miguel, a Santiago y a San Francisco que realizo Juan de Flandes a comienzos del siglo XVI. Carece de coro, en 1.847 se retiró el que se encontraba instalado.
 La entrada al claustro, (tardorrománico antaño usado como vergel de olivos y camposanto) cuyas obras se iniciaron en 1.170(entre 1.162 y 1.178) y reformado en el siglo XVIII. El claustro primitivo ha desaparecido casi por completo, excepto las paredes de dos galerías de las capillas. Se realiza a través de una magnifica puerta románica con bellos capiteles; contemporáneo de la
Catedral Vieja fue construido  a lo largo del siglo XII, aunque fue destruido por el terremoto de Lisboa de 1.755 y restaurado en 1.785 por Jerónimo García de Quiñones (hijo de Andrés García de Quiñones)y Ramón Calvo tapándose entonces algunos de los sepulcros que a comienzo de este siglo se abrieron de nuevo, durante la restauración emprendida por el obispo Cámara y dirigida por Repulles y Vargas en 1.902, se accede a el desde el brazo meridional del crucero, donde se alza una portada de soberbia calidad(provista de fustes estriados zizagueantes, capiteles zoomorfitos y enjutas figurativas caladas). Coincidiendo con el pontificado de Sancho de Castilla (+1.448) el claustro fue cubierto con una techumbre mudéjar de la que aún se conservan fragmentos descontextualizados aislados.
De las cuatro capillas de que dispone, las más antigua es la de Talavera o del rito mozárabe ,antigua sala capitular de San Salvador como acredita una escritura de 1.297,, datándose en torno a 1.180,según cierta donación otorgada por Doña María, viuda de Gonzalo Pérez  en 1.243 para que perpetuamente se cantase una misa de Santa María; está cubierta por una bóveda de nervios entrecruzados al estilo musulmán, todos ellos diferentes y que forman al cruzarse una estrella de ocho puntas, van de dos en dos paralelas sin tocar el centro y formando una estrella .Rodrigo Arias Maldonado natural de Talavera, es quien dispuso a inicios del siglo XV( en 1.510) la celebración del culto según este rito, en ella se conserva el pendón que ondearon sus nietos los comuneros Francisco y Pedro Maldonado ejecutados tras la derrota de Villalar. Su disposición es un cuadrado de 8,20 m. con ventanas hacia el claustro, a ambos lados de la puerta, aunque hoy tapiadas, de la una se ven por dentro los dos arcos, su columna y el otro grande que los inscribe. Cubre la capilla una cúpula esquifada octogonal, que hace recordar las obras musulmanas, por los ochos arcos, paralelos de dos en dos, que la cruzan y apoyan formando en medio un sino de lazo en ocho.  Ante el altar, una reja marca el enterramiento del fundador y su esposa, y una inscripción en la parte superior comunica quien fue y cuando murió el doctor Talavera. De las imágenes del retablo, se adjudican a Luís Mitata, excepto la de la Virgen que se sitúa a mediados del siglo XIV. Sobre la entrada cuelga el “pendón de los comuneros” que perteneció a Francisco Maldonado.
Contigua se levanta la capilla de Santa Bárbara fundada en 1.334 con el sepulcro yaciente del obispo Juan  Lucero,(1.362) su fundador en  el claustro, el de García Ruiz y el de Bertrán Bertrañez,  en  su frente cobija un arco, a los costados se abren arcos sepulcrales muy agudos y con gabletes , y en el altar destaca la decoración a base de cerámica de Talavera; y el retablo está presidido por una imagen de Santa Bárbara del siglo XVI,  entre la rejería y el altar, hay un sillón frailero en el que se sentaban los alumnos que debían someterse a examen de doctorado, mientras que el profesorado se situaba en los bancos adosados a los muros. En esta capilla pasaban la noche antes de dicha prueba (de ahí el dicho estar en capilla) mientras que durante el examen, rodeados de público, el padrino hacia el elogio y otro opositor o doctor mostraba los defectos (a esto se llamaba hacer la gallina y el gallo) mientras que el alumno contestaba de espalda al altar. La votación era secreta, haciéndose con bolas y si tenía más nota que Reprobatus que Aes salía por la puerta excusada o de los Carros, la trasera del claustro, con el consiguiente riesgo de abucheo, por el contrario si aprobaba se repicaban las campanas y se celebraban fiestas. Esta práctica subsistió hasta 1.843.En esta capilla también se celebraba la elección, proclamación y juramento del rector y de sus consiliarios.
Luego está la capilla de Santa Catalina o del canto fundada en 1.392(aunque fue fundada por el obispo Vidal en 1.196) y se agrando en 1.486; durante muchos años se convirtió en la biblioteca del Cabildo, quien en 1.533 poseía una librería tan rica como la de Universidad en 1.610; llamada así por el tríptico de Francisco Gallego consagrado a la Santa y por haberse dedicado a cátedra de Música .En el resto de la capilla esta la biblioteca donada por el obispo Gonzalo Vivero. Un cuadro que pondría ser de Sánchez Coello con retrato de don Gregorio Fernández de Liébana. Fundador de una de las Capillas de la Catedral Nueva. En este lugar esta enterrado el compositor Manuel Jose Doyagúe.
También hay que destacar la de San Bartolomé o de Anaya, el Cabildo la cedió en 1.422 a  D. Diego de Anaya, para su sepultura, y en cuyo centro está la tumba yacente en alabastro de Diego de Anaya y Maldonado arzobispo de Sevilla, fallecido en 1.437,atribuido a un escultor desconocido del valle de Rhin; apoyada sobre diez leones en forma de base que lo sustentan y protegido por una riquísima reja compuesta de detalles góticos y renacentistas, también de autor desconocido, y que fue colocada en 1.514 por los colegiales del Colegio Mayor de San Bartolomé. Ahí yacen los dos hijos que le dieron sus amores con Maria de Orozco, el tronante arcediano Juan Gómez y don Diego.
También está el sepulcro de don Gutiérrez de Monroy y de su esposa doña Constanza de Anaya, considerado el más bello sepulcro del renacimiento español situado debajo del órgano, uno de los más antiguos de Europa que está situado sobre una tribuna mudéjar del siglo XVI. Es amplia, rectangular y ochavado su testero, dos bóvedas con tercelete y combados la cubren, pintadas de azul con estrellas de oro a principios del siglo XVI y a la redonda de los muros ábrese una serie de arcos seùlgrales, con follajes de gusto alemán por capiteles. El arco divisorio de las bóvedas ostenta en sus repisas Ángeles mostrando libros, así como de cabezas humanas ya solas ya en grupos.
La Capilla de San Martín o del aceite colocada debajo de la torre de las campanas, sobre la que se construyó la torre de la Catedral Nueva; tiene un magnifico sepulcro policromado del obispo Rodrigo Díaz (1.335-1.339) y sus paredes presentan bellas muestras de la pintura mural gótica, firmadas por Antonio Sánchez de Segovia y fechadas en 1.262. Su altar es obra de Bartolomé Bermejo y el famoso enterramiento de Guillen de Castro, con un magnifico relieve de la Piedad obra de Juan De Juni. Es de piedra policromada y tiene forma de arcosolio recuadrado por columnas de orden corintio. Y una imagen de Santa Maria de la Claustra del siglo XIII. Fue fundada por el obispo Pedro Pérez (1.247-1.264).
 Por lo que respecta al MUSEO DIOCESANO, instalado en las salas capitulares, cabe decir que entre las obras que guarda merece especial atención las pinturas de Fernando y Francisco Gallego, de estilo flamenco, en la tercera sala hay cuadros de Pedro Bello. En el primer piso está el Tríptico de San Miguel, pintado por Juan de Flandes hacia 1.505, con delicados efectos de luz y color, en el aparecen representados San Miguel, Santiago, San Francisco y una Piedad.
 Escuelas catedralicias fueron el origen del Estudio General de Salamanca, primero y de la Universidad despides. Tenían su sede en la Catedral. Poco se sabe de ellas aunque se rastrea su existencia hacia 1.130, cuando un maestrescuela asistió al concilio de Carrión(al decir de Eutimio Cuesta). También en algunos documentos del siglo XII, sobre donaciones de ayudas de estudios (concretamente uno de 1.163) y los nombres de ciertos cleritos extranjeros que algunos autores suponen estudiantes. Muy probablemente estas Escuelas estuvieron destinadas inicialmente a la formación de sacerdotes, pero es lógico que, dado que escuelas casi no existían en la época, las familias importantes enviasen a sus hijos a estudiar allí, aunque no fueran a dedicarse después a la iglesia. La bondad de sus enseñanzas hizo que Alfonso IX decidiera convertirlas en Estudio General del Reino de León en 1.218, para que los estudiantes no tuvieran que ir al de Palencia en Castilla. La posterior unificación de los dos reinos (Castilla y León) en la corona de Fernando III, hizo languidecer al Estudio palentino ante la pujanza del Estudio de Salamanca y este acabo siendo elevado a Universidad en 1.263 por Alfonso X.
El órgano de la segunda mitad del siglo XV tiene una repisa con trazado morisco de lazo de a ocho y racimos de mozárabes. Con pinturas de Pedro Bello. Originalmente contó con 149 tubos y 49 teclas, con extensión de cuatro octavas y una nota. En 1.310 se celebró en la Catedral el concilio nacional convocado para ver y fallar la causa de los Templarios. En 1.311 nació y fue bautizado el rey Alfonso XI. 
Las escrituras del 15 de septiembre de 1.311 y 29 de enero de 1.326 confirmaron a la Catedral los fueros y privilegios de que gozaba. Con la muerte de Alfonso XI ocurrida en 1.350 se abrió para Castilla un periodo de luto y sangre, a causa de la debilidad del obispo Juan Lucero, que cediendo a los criminales deseos del rey Pedro I (el cruel) consistió en romper su unión con la infeliz Blanca de Borbón y casarle con la infortunada Juan de Castro, atrayendo sobre la ciudad la cólera de Enrique de Trastámara; victimas de aquellas discordias fueron los salmantinos Diego Arias Maldonado y tres hijos de Alonso Pérez.
Los reyes Enrique II, Juan I, Juan II y Enrique IV y los santos Vicente Ferrer y Juan de Sahagún la honraron con sus vistas; y los concilios de 1.381 y 1.410 se celebraron en la Catedral para prestar obediencia a los papas de Aviñón. 

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