Cuesta del Sancti Spíritus. Horario de culto
Fundada en torno a 1190 en el barrio de los toreses, por
los repobladores procedentes de Toro, como parroquia de la zona que ocupaban y
donada en 1223 a la Orden de Santiago junto con el privilegio de repoblar las
tierras que se extendían entre las puertas de San Mateo y de San Cristóbal,
conforme el fuero de Alcántara; para posteriormente en 1268 el maestre de la orden Pelay Pérez la cedió
con su casa continua a solicitud del infante Martín Alfonso, hijo de Alfonso IX
y de Teresa Gil, teniente real de Salamanca y de su tercera
mujer la infante María Menéndez, hija de Men González Sosa: usando como
base la ermita de Santa Ana en 1268 a las comendadoras (denominadas freilas ya
que eran religiosas de una orden militar) de esta misma Orden (Santiago), fue
reedificada en 1544 por Juan Gil de Hontañon «el mozo» según los planos de fray Martin de Santiago; conjugándose
en ella una estructura gótica con una ornamentación plateresca, con claras
líneas renacentistas. La esplendorosa fachada de la portada lateral es una de
las obras platerescas más bella de la ciudad. Luciendo sobre su puerta un texto
en el que se relata la supuesta historia del convento y las freilas y el porqué
de las exenciones.
Este texto es completamente falso, se dice que Fernando I
les dio los privilegios en 1.030 tras una visión celestial en la batalla de
Compostela, poniendo por testigos a sus hijos y ordenando que la orden de
Santiago fuese su administradora, pues bien en 1.030 el rey era Sancho III,
Fernando no tenía hijos, en Compostela no hubo ninguna batalla y la orden de
Santiago aun no existía. El texto era una «excusa»
de las freilas para asegurase la independencia de la Corte y evitar problemas
con las desamortizaciones.
La obra fue
emprendida a instancia de Leonor de Acevedo, comendadora de la Orden que hizo
poner sobre la puerta del templo una inscripción , por completo apócrifa, en la
que se sintetiza la vida humana, con los seis triunfos de Tetrarca como
referencia ( del Amor, de la Castidad sobre el Amor, de la Muerte sobre la
Castidad, de la Fama sobre la Muerte, del Tiempo sobre la Fama y de la
Divinidad sobre el Tiempo) labrados en los frisos que separan cada uno de los
cuerpos de dicha portada, y a Santiago Matamoros como nuevo paladín de la
cristiandad. La puerta es de medio punto y doble arco y en los medallones de
este primer cuerpo están representados Martín Alfonso, hijo bastardo de Alfonso
IX de León, y su esposa María Menéndez. Los bustos de San Pedro y San Pablo, es
de gran interés el enigmático friso conformado por carros que flaquean un
templete central cuyo significado exacto no ha sido descifrado.
En el frontón se
puede admirar una escena de Santiago Matamoros en la Batalla de Clavijo. El
retablo mayor fue realizado por Alonso Martínez en 1644 mientras que las
estatuas y los relieves son de Antonio de Paz, y los ensambladores Antonio
Martin y Juan de Rojas con relieves y esculturas de la escuela vallisoletana
.En el interior de la iglesia hay que destacar el Coro que perteneció al convento de las comendadoras, y
sobre todo en la capilla, su extraordinario artesonado morisco de los siglos XV
y XVI con una armadura de artesones, lazos, estrellas mocárabes y florones,
presidiendo todo ello la imagen del Salvador, talla del siglo XIV conocido
popularmente como el Cristo de los milagros con un artesonado
morisco del siglo XVI y además del fastuoso retablo mayor, y por último el
sepulcro de Martín Alfonso, y María
Menéndez del siglo XIII.
El primer
convento del Sancti Spiritus, la
historia arranca a finales del siglo XII cuando los toreses fundan la iglesia,
esta se convertirá en 1268 en el núcleo fundamental del convento femenino de la
Orden de Santiago, ubicado al pie de la misma. En 1786 la orden decide
derribarlo en atención a lo ruinoso de su estado, en 1793 empezaron a construir
el nuevo y se terminó en 1803. Aunque las religiosas de la orden de Santiago,
nunca volverían a él, tras la guerra de Independencia se pensó utilizarlo como
Convento del Rey, pero finalmente no se hizo nada. En 1843 se habilito como
cárcel, hasta que en 1932 se construyó la nueva. También se habilito como Archivo
Histórico Municipal hasta 1962 y como Escuela de Artes y Oficios hasta 1964.
Finalmente se derribó en 1965 para construir viviendas. Contaba con un patio
empedrado, y un claustro cuadrado de 2 plantas de altura con 24 columnas y sus
correspondientes arcos., en cuanto su decoración contaba con altares dedicados
a Santiago Matamoros, San Juan, San Pedro y la Virgen y el Niño. Las
comendadoras debieron abandonar este convento el 26 de julio de 1786, bajo el
reinado de Carlos III. Procedían de las beatas de Santa Ana, cuyo convento
estaba situado junto a la iglesia de Sancti Spiritus, en el mismo solar donde
hasta no hace muchos años se alzaba la cárcel vieja. En el de Sancti Spiritus
se recluían las esposas de los caballeros salmantinos que partían hacia la
guerra, en un régimen que era más una residencia que otra cosa, disponiendo de
prerrogativas especiales y extensos dominios. Las que quedaban viudas trocaban
las tocas de beatas por el hábito de comendadoras. Las legas a sus órdenes se
llamaban «sargentas».
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