IGLESIA DE SANTA MARIA DE LA VEGA

Situada en el barrio de los mozárabes, junto al Tormes, fue construida sobre una ermita que ya existía en la época anterior a la repoblación.

Fundada en 1150 posiblemente por el caballero leones Iñigo Velasco Enego, con su esposa Amadona o doña Dominga y su hermana Justa Enego, la cedieron  por juro de heredad según testamento de 1166 al Monasterio de San Isidoro de León y a su abad don Menendo y compañeros, tal como estaba entonces, en tanto que por su disposición y doctrina se guardase y rigiese la orden de San Agustín, que desde el principio se había establecido en ella, y que hubiese a lo menos seis canónigos dedicados al servicio divino, con un prior elegido por el abad de San Isidoro de común acuerdo con los canónigos. En consecuencia estos ocuparon por violencia la iglesia, dando ocasión a quejas del obispo Pedro Suárez, que alegaba jurisdicción sobre ella, el Papa nombro dos obispos para dirimir la contienda, «eclesia scc.Marie de Veiga» según la bula de Alejandro III.

En 1178 otro Velasco Eunigo, juntamente con su esposa doña Pascala y Velasco Galindo, su sobrino, cedieron a la iglesia varias heredades a condición de sepultarse en ella.

La iglesia data por entero de mediados del siglo XVI y es de muy curiosa traza. , en ella se conservaba la imagen de Nuestra Señora de la Vega, patrona de la ciudad, hasta que en 1626 y debido a la riada de San Policarpo fue trasladada a la Catedral Vieja, donde se conserva actualmente.

La iglesia actual y el monasterio (el primitivo debió de ser el más hermoso de la ciudad) los reedificaron en 1561 Pedro Lanestosa El Viejo y Miguel de Isturizaga  y en 1582 Juan Ribero de Rada, conservándose del conjunto primitivo solo cinco esplendidos arcos del claustro con capiteles historiados, el central de ellos mayor ,pero todos bien pequeños, de curva semicircular, sobre basamento y grupos de dos o de cuatro columnas cuyo alto con cimacios es de 1,70 m;   mostrados hoy en la sacristía de la Iglesia (son los únicos restos del arco románico que hay en la provincia). Hay quien ha apuntado que pertenecieron a la Catedral y que fueron trasladados a este lugar después de ser reformada en el siglo XVIII.

El interior de esta consta de tres naves columnarias (es decir donde los soportes que separan las tres naves son robustas columnas cilíndricas) con capiteles renacentistas y bóvedas de tracería gótica. El claustro moderno fue recompuesto en 1757 posiblemente por Andrés García de Quiñones. Con dos filas de arcos sobre pilastras, aisladas hoy por haberse destruido los techos de sus galerías.

En la actualidad pertenece a la Fundación Rodríguez Fabrés, (don Vicente Rodríguez Fabrés creó un Asilo de ancianos y niños en cuyas obras se trabajaba entre 1905 y 1912, establecido en las dependencias de lo que fue el antiguo monasterio de Nuestra Señora de la Vega) donde también puede visitarse el claustro del monasterio de canónigos regulares de san Agustín construido en 1757 por Andrés García de Quiñones. Solo se conservan cinco arcos del claustro, sobre pares de columnas y grupos de cuatro con dieciséis capiteles, con temas anomalísticos, grifos, arpías, músicos pastores.